Aprovechamiento de los palmares en el ChacoPor: José A. Grassia
La Provincia del Chaco cuenta con cuatro especies de palmeras nativas; Acrocomia totai (Mbocaya), Copernicia alba (Caranday), Syagrus romanzoffiana (Pindo) y Trithrinax schizophylla var. biflabellata
Lamentablemente y pese a lo útiles que han sido siempre para los habitantes de nuestras tierras, tanto nativos como colonizadores, se las ha destruido, quemado, desmontado, arrasado, y vendido a tal extremo que algunas de estas especies están en verdadero peligro de extinguirse.
Acrocomia totai se elimina por las espinas que posee en toda su anatomía
Copernicia alba es quemada para dejar paso a los nuevos pastos que alimentan el ganado
Syagrus romanzoffiana es extraída para la comercialización en las grandes ciudades y el extranjero como ornamental.
Sin embargo, estas especies vegetales tienen innumerables aprovechamientos, tantos rurales como productivos sin necesidad de exterminarlas.
Acrocomia totai (Mbocaya)
Sus frutos de tamaño y peso considerable, tienen un alto contenido de materias grasas y pueden ser utilizados para la producción de cosméticos, jabones para la ropa y tocador, biocombustibles y expeller para alimentación animal. Como ocurre en Paraguay desde hace ya mucho tiempo.
Copernicia alba (Caranday)
Por la gran cantidad de ejemplares que pueblan nuestro territorio provincial, su madera es ideal para postes y demás usos rurales, puntales y andamiajes para la construcción. El hecho de que tenga dos floraciones anuales la hace una especie muy apetecida por las abejas, lográndose así mieles monoflorales de excelente calidad. Por otra parte, la gran cantidad de frutos la torna perfecta para la elaboración de biocombustibles.
Syagrus romanzoffiana (Pindo)
Esta especie florece prácticamente todo el año lo cual permite aprovecharla para la apicultura y sus frutos para la extracción de aceites para combustibles y expeller.
A nadie escapa que poder aprovechar infinidad de hectáreas de palmares en total armonía con la naturaleza y generar trabajo estacional a miles de pequeños agricultores, apicultores y trabajadores rurales, amen de posibilitar a los mismos agricultores la propia generación de su combustible, es una oportunidad que no debemos dejar pasar.
Sin lugar a dudas estamos frente a un gran potencial económico, convirtiéndose este hecho en una verdadera oportunidad productiva generada por una gran disponibilidad de materias primas naturales existentes y totalmente desaprovechadas, que permitiría a gran cantidad de pequeños productores realizarse en su propia tierra, en un marco de mayor equidad.
Ya es hora de que dejemos de percibir monedas por una palma que tardo 30 años en crecer (valor de la guía, según Fauna y Flora de la Pcia. del Chaco, para extraer una Pindo del monte: $10,00) y que en Buenos Aires se vende por miles de pesos. Realmente es ridículo.
Impedir la extracción de palmeras del monte nativo no solo protege a las especies, sino que permite el aprovechamiento de los recursos naturales proporcionado por las mismas y paralelamente genera recursos a los productores de palmeras ornamentales establecidos en la provincia.
Sirva como dato que Jatropha curcas que posee 30 % de aceite en semilla, solo puede rendir 4000 Kg/Ha arrojando un total de 1240 litros de Biodiesel por Ha, en cambio, la palmera Acrocomia aculeata (Mbocaya), rinde 19.000 Kg/Ha lo que representa mas de 2800 litros de Biodiesel por Ha
Y lo mas destacable de toda esto es que no se trata de una producción a largo plazo ni de sembrar para cosechar dentro de dos, tres o cinco años. Las palmeras ya están allí, esperándonos.
Ya es hora de que aprovechemos a conciencia el verdadero potencial de nuestros palmares en beneficio de nuestra gente.